La primera vez que vimos este precioso apartamento situado en una última planta y con unas vistas de la ciudad impresionantes, nos enamoramos de él. Tenía una distribución algo caótica y con el nuevo diseño quisimos darle, junto a su dueños un espacio mucho más funcional, que cubriera todas sus necesidades actuales y no desperdiciara ninguno de los 45 m² de los que dispone.

Para ello ubicamos la zona del salón y la cocina en un mismo espacio abierto, pero creando dos ambientes que pudieran independizarse. El detalle industrial de los pilares vistos de hormigón contrasta con la calidez de la cocina, que cierra con una encimera de piedra natural y unos tiradores tipo concha que le aportan un aire rústico.

Papeles pintados llenos de contraste para el dormitorio principal y el baño, un mueble diseñado a medida para colocar el lavabo y la zona de la lavadora donde no se deja ni un cm por aprovechar.

Un detalle para ganar espacio a las estancias, fue la instalación de suelo radiante en toda la vivienda, eliminamos los radiadores y facilitamos la distribución del calor sin mediar con las circulaciones.

Nos encanta esta casa y nos encantan sus propietarios, es funcional, sencilla, con unos detalles llenos de personalidad y muy acogedora.