Reforma Integral en Mirasierra

En este proyecto nuestros clientes querían que la reforma de su vivienda no perdiera el carácter clásico que aportaba de origen, pero, al mismo tiempo, necesitaban una renovación de las zonas húmedas que se habían quedado obsoletas y, más comodidad para su día a día al frente del cuidado de dos niños pequeños.

Para ello se buscó un equilibrio entre recuperar lo existente y aportar más modernidad y funcionalidad en los baños y la cocina. En estos espacios completamente renovados, utilizamos una gama cromática de tonos neutros que en el caso de los baños contrastan con la madera y los accesorios en antracita, y en cocina potencian el color topo elegido para los muebles, creando un ambiente sobrio y elegante.

La parte más conservadora de la reforma consistió en recuperar el exclusivo parquet de la vivienda original, en espiga, y en lacar en blanco todas las puertas de paso y frentes de armario existentes. El toque grafito fue un hilo conductor en toda la intervención y se aplicó en las nuevas manivelas y bisagras, así como en el resto de los detalles y accesorios (luminarias, grifería y mecanismos).